La fruta de la pasión es el fruto del género Passiflora, en particular de la especie Passiflora edulis, también conocida como granadilla. Esta baya tropical, del tamaño y la forma de un huevo, tiene una piel gruesa y rugosa que puede ser morada o amarilla, según la variedad. En su interior, la pulpa anaranjada y gelatinosa envuelve pequeñas semillas negras crujientes. Esta fruta tiene un sabor exótico único, que combina notas dulces y ácidas, lo que la convierte en un ingrediente de elección tanto en postres como en platos salados.
Originaria de la Amazonia, la fruta de la pasión se cultiva actualmente en muchos países tropicales y subtropicales de todo el mundo. Se come sola, con cuchara, y añade un toque exótico a una gran variedad de recetas, como mousses, sorbetes y macedonias. Además de ser rica en vitaminas (A, B2, B3, C) y minerales (potasio, cobre), es famosa por su alto contenido en fibra y antioxidantes, sobre todo polifenoles como el ácido gálico, que contribuyen a sus beneficios para la salud.
Fuente: Wikipedia