El cormorán grande (Phalacrocorax carbo) es un ave acuática de gran tamaño fácilmente reconocible por su silueta alargada, su plumaje negro brillante con reflejos verdes o bronce y su largo pico ganchudo en la punta. Los adultos miden entre 80 y 100 cm de largo, con una envergadura de 130 a 160 cm, y pesan entre 2 y 2,5 kg. Su cabeza negra se adorna a menudo con algunas plumas blancas durante la época de celo, con una garganta amarillo pálido ribeteada de blanco. Sus ojos son de color verde brillante y sus cortas y poderosas patas están totalmente palmeadas, perfectas para nadar y bucear.
Este palmípedo frecuenta todo tipo de medios acuáticos: costas marinas rocosas o arenosas, grandes lagos, ríos y estuarios, tanto en agua dulce como salada. En Europa existen dos subespecies principales: una marina y otra continental, que anida en colonias sobre árboles, acantilados o islotes. Los cormoranes grandes son excelentes pescadores, bucean para capturar peces en el fondo del mar, donde pueden descender hasta unos diez metros y permanecer sumergidos más de un minuto. Después de pescar, suelen posarse con las alas extendidas para secar su plumaje, que es menos impermeable que el de otras aves acuáticas.
El cormorán grande es gregario: suele volar, alimentarse y dormir en grupo, aunque también le gusta cazar en solitario. Su comportamiento social se refuerza durante la nidificación, cuando pueden formarse grandes colonias. Esta especie está extendida por todos los continentes excepto Sudamérica y la Antártida, y es conocida por su longevidad (hasta 20 años) y su gran capacidad de adaptación a los distintos medios acuáticos.
Sources: Perplexity.ai & Ligue pour la protection des oiseaux